Al principio es algo imperceptible, casi no se nota.
Hay que ser algo observador para darse cuenta, pero las señales están ahí para el que las quiera leer.
Empieza siempre con algo muy leve, con algo que parece que tenga poca importancia. Como un ruido marrón que está ahí y no se oye si no te fijas.
Ya sabes, esa grieta que no se tapa porque no parece que importe demasiado, todavía no.
Ese ERP que solo arranca con un Windows prehistórico.
Esa máquina vieja que no se renueva aunque vaya a pedales.
Ese curso placebo que nadie entendió para qué era en realidad.
Ese comercial que prepara informes tan rutinarios como el primer café.
Ese crecimiento que hace demasiado tiempo que no baila al compás del IPC.
Son pequeños detalles que no llegan de golpe, forman parte del paisaje al que ya todo el mundo se acostumbró.
Es una pequeña decadencia que no llega de repente, va calando como la lluvia fina de otoño.
Inversiones que no se hacen a tiempo, porque este año no va bien, a lo mejor el que viene.
Gastos que parecen indicar que, en realidad, no se sabe bien por dónde navegar.
Pero todo sigue igual, pasa el tiempo y parece que nada cambia.
Es ese color amarillo que, poco a poco, va siendo cada vez más mate.
Y a menudo son las voces del propio equipo las que se encargan de sedar la crítica: está todo muy parado, el mercado hace tiempo que está con miedo pero no estamos tan mal, al final estamos bien.
Hay empresas que están viviendo la falacia del mar en calma.
Empresas que no están en pérdidas, o solo un poco. Pero que tienen un buen balance porque en los buenos tiempos supieron reforzar el pasivo.
Que lo comido por lo servido. Que ahora pierden algo de margen, ahora un cliente.
Y, leches, cómo les cuesta cada nuevo cliente.
Son señales, algunas débiles, otras no tanto.
Señales de que, ojo, puede que os hayáis metido sin daros cuenta en un mercado con más peligros que una caja de bombas.
🎓 Hay quién dice que ir a la universidad es una pérdida de tiempo, que se aprende más con alguna publicación en redes sociales.
Yo, en cambio, pienso justo lo contrario. Ir a la universidad vale la pena, y mucho, aún con sus múltiples defectos y problemas por resolver. Si crees que lo vas a aprender todo con hilitos de X, vas fino.
No está de moda, pero repasar a Porter de vez en cuando igual enciende alguna lucecita. Por eso de que los básicos no hay que olvidarlos, por algo se les llama básicos.
Repasa esta lista con atención, a ver si algo de todo esto te resuena:
El poder de negociación de los clientes.
Si tus clientes están cada vez más informados, si cada vez tienen más opciones idénticas a la tuya. Si la demanda está tiesa y no parece que vaya a cambiar.El poder de negociación de los proveedores.
Si tu dependencia de los proveedores te deja con una cintura de piedra. Si te pueden condicionar en cualquier momento con sus cambios.La amenaza de los productos sustitutos.
Si mañana mismo te pueden dar la patada y no notar el cambio. Si no tienes algo único que ofrecer. Si la misma tecnología que vosotros tenéis está al alcance de tus competidores.La amenaza de los nuevos competidores.
Si las barreras de entrada a tu mercado son mínimas, si montar una empresa como la tuya es sencillo. Si cualquier mindundi puede entrar en tu mercado sin grandes inversiones.La rivalidad entre los competidores existentes.
Si sus habilidades y capacidades se parecen mucho a las tuyas. Si tenéis costes fijos parecidos que os hacen doblegar los precios para sobrevivir.
Si a tu empresa le pasas el filtro de Porter y te llevas un susto, ojo.
Porque puede que creas que estáis bien, que podríais estar peor y que mejor estar vivos que muertos. Puede que dar beneficios no sea algo que os quite el sueño. Puede que no soñéis con forraros por el camino. Puede todo eso y más.
También puede que la bajada haya empezado y no os hayáis dado cuenta.
Y, sobre todo, si después del filtro de Porter todavía escuchas las cantantes voces sedantes, entonces sí que tenéis un problema de estrategia.
🚨 Alerta cuando se une la falacia del mar en calma a las voces sedantes.
Puede que entonces sea el mejor momento para parar, analizar la situación y procurar un diagnóstico algo más afinado que el simple dejarse ir por la corriente. Que a las corrientes las carga el diablo.
Una de las cosas más difíciles en esta vida es poner tus propias opiniones en duda.
Darte cuenta de que eso que piensas puede que te esté llevando a tomar decisiones fatales. Que a lo mejor las voces que escuchas con más atención no son las más adecuadas.
Sin embargo, la forma más efectiva de combatir la falacia del mar en calma es precisamente ser capaces de poner la oreja en otros caladeros además del propio.
Pero eso ya lo dejamos para otro día, por hoy ya vale.
🔦 Esto es interesante
Lo confieso, con esto de la IA a veces me siento superado. Cuando me parece que ya he hecho algunos avances descubro tropecientas mil aplicaciones más posibles…y vuelta a empezar.
Como siempre pasa con todo, depende de con qué te compares para saber dónde estás. Solo tienes que entrar en Linkedin para ver contenidos relacionados con la IA y cómo puede ayudar a tu empresa. Hay de todo, desde por supuesto herramientas para crear contenidos hasta herramientas de productividad, ventas y marketing. De todo, literalmente.
Y mientras tengo esta sensación de que me tengo que poner las pilas con más ganas va y descubro en el muro de Linkedin de algo brillante: el test de Foxize sobre tu nivel de conocimiento de la IA generativa.
Está en la línea de otros fabulosos tests que habían publicado en el pasado, pero ahora exclusivamente sobre IA generativa.
¿Ventajas?
Yo veo dos, una que te ayuda a tener ideas muy concretas de aplicaciones prácticas.
Y otra muy interesante para cualquier empresa. Una herramienta como la que te traigo ayuda a crear itinerarios formativos orientados a lo que realmente se necesita más allá de los objetos brillantes.
P.D: mi nota en el test ha sido penosa, mucho por mejorar…
📕Leer es de guap@s
El otro día una suscriptora me decía que qué guay esto de los libros, pero que no podía seguir el ritmo de un libro a la semana, y no me extraña, por supuesto.
Eso me hizo pensar que igual me estoy pasando, es verdad que uno a la semana es mucho.
Así que, POR FAVOR, dime qué prefieres, que no sea la opinática la que decida.
Bien, sea como sea, hoy te traigo otro libro muy interesante. No es exactamente un libro sobre estrategia, pero sí de innovación. Mejor dicho, de qué es lo que hace a alguien más o menos innovador.
Se trata de “El ADN del innovador”, un interesante libro que te enseña qué habilidades puedes desarrollar para que innovar te sea mucho más sencillo.
No se trata de un libro duro con metodologías para especialistas, ni mucho menos. Al contrario, es una lectura al alcance de cualquiera con un poco de curiosidad.
Así que si el mar en calma te está dando un poco de yuyu, puede que este sea un buen hilo del que tirar.
Cuídate,
Agustí López
Con esta herramienta (https://theresanaiforthat.com/) puedes poner para qué quieres usar la (ej: hacer business Plans) te dice la mejor aplicación para hacerlo. Mola mucho y ayuda bastante en un mundo donde hay miles de herramientas de IA.
Yo prefiero libro semanal, porque así escojo el que más me interesa. Aunque también puedes cambiar la sección y que sean recomendaciones semanales, a veces serán libros, pero a veces serán otras cosas.
Wow me ha encantado el artículo, una buena sacudida para que muchos despierten y como dices, si con esto no lo hacen… pues otra empresa zombi 🧟